martes, 6 de septiembre de 2011

CARLOS MARZAL

 CORAZÓN PERPLEJO



Desventurado corazón perplejo,
inconsecuente corazón,
no dudes.
No tiembles nunca más por lo que sabes,
no temas nunca más por lo que has visto.
Calamitoso corazón,
alienta.
Aprende en este ahora
el pálpito que vuelve con lo eterno,
para latir conforme en valentía.
Los números del mundo están cifrados
en la clave de un sol tan rutilante
que te ciega los ojos si calculas.
Ciégate en esperanza,
errátil corazón,
suma los números.
Un orden en su imán te está esperando.
Desde el final del tiempo se levanta
un ácido perfume de hojas muertas.
Respíralo y respira su secreto.
Abre de par en par tu incertidumbre.
No permitas
que encuentre domicilio la tibieza,
ni que este inescrutable amor oscuro
cometa el gran pecado de estar triste.
Acógete a ti mismo en tus entrañas
con tu abrazo más fuerte,
tu mejor padre en ti, tu mejor hijo,
gobierna tu ocasión de madurez.
Insiste una vez más,
aspira en estas rosas
su pútrido fermento enamorado.
En este desvarío de tu voz se desnuda el enigma, transparece
la recompensa intacta de estar siendo.
Aquí estamos tú y yo,
altivo corazón,
en desbandada.
A fuerza de caer, desvanecidos.
y a fuerza de cantar,
enajenados.


CARLOS MARZAL




Se la dedico a mi corazón , pues aunque sufra y esté perplejo, hemos de vivir juntos y ponernos de acuerdo para seguir latiendo con perplejidad ,si, pero también con valentia, para soportar la certidumbre de lo imposible y aceptar lo que se le impone : el olvido y la comprension de lo incomprensible.

1 comentario:

El angel al filo de la navaja. dijo...

Un corazón que cuenta sus latidos por amores y desdichas, un corazón que sabe que al final, solo importa lo sentido, pues como flores marchitas, las esperanzas caeran por el camino.
Corazón que pelea por la vida que en algún momento, le arrebatara hasta el mas pequeño recuerdo.
Vive corazón, para saberte vivo.