Quizás no sea ternura la palabra precisa
para este cierto modo compartido
de quedar en silencio ante lo bello
exacto,
o de hablar yo muy poco y ser tú la belleza
misma, su emblema, aunque tan próxima y latiendo.
Y es también un destino unánime que vuelvan
a idéntico silencio -cuando llegue la hora
de la tregua indecible- mi palabra y tu zarpa.
MARIA VICTORIA ATIENZA
1 comentario:
Desbordante ternura tanto en la imagen como el la poesia.La ternura siempre forma parte de aquello que amas.
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