L'ALBUFERA -VALÈNCIA |
martes, 28 de febrero de 2012
lunes, 27 de febrero de 2012
viernes, 24 de febrero de 2012
La llamada de la selva
Siempre fue la tristeza
un dócil animal de compañía
con el que yo he jugado algunas tardes.
Sin apretar los dientes me estiraba del brazo,
paseaba conmigo, se sentaba a mis pies
en los fríos inviernos.
En los días aciagos, por probar su obediencia,
le lanzaba mi alma, y ella me la traía
dulcemente empapada en su aliento doméstico.
Siempre fue la tristeza
un dócil animal de compañía,
que hace tiempo ha adoptado
esta fea costumbre de morder a su amo.
VICENTE GALLEGO
Siempre fue la tristeza
un dócil animal de compañía
con el que yo he jugado algunas tardes.
Sin apretar los dientes me estiraba del brazo,
paseaba conmigo, se sentaba a mis pies
en los fríos inviernos.
En los días aciagos, por probar su obediencia,
le lanzaba mi alma, y ella me la traía
dulcemente empapada en su aliento doméstico.
Siempre fue la tristeza
un dócil animal de compañía,
que hace tiempo ha adoptado
esta fea costumbre de morder a su amo.
VICENTE GALLEGO
domingo, 19 de febrero de 2012
domingo, 12 de febrero de 2012
"El Ángulo Agudo"
-- Sofocleto--
miércoles, 8 de febrero de 2012
“Tengo la sensación de que intento
llegar a algun sitio, como si supiera lo que quiero decir; pero cuanto más avanzo, más me doy cuenta de que el camino hacia mi objetivo no existe. Tengo que invertir la ruta a cada paso y eso hace que nunca esté seguro de donde me encuentro. Tengo la impresión de que me muevo en círculos de que vuelvo constantemente atras, de que voy en varias direcciones a la vez. Incluso cuando consigo avanzar un poco, no estoy seguro de hacerlo en el rumbo correcto.El hecho de que uno vague por el desierto no quiere decir necesariamente que haya una tierra prometida.”
LA INVENCIÓN DE LA SOLEDAD -PAUL AUSTER
lunes, 6 de febrero de 2012
jueves, 2 de febrero de 2012
Sentada es como si bebiera largos tragos de playa,
sin compañía. Es un cuento más, una residencia
cara. Piso el suelo con bocados de ansiedad
y me lleno de reliquias el cuerpo, salgo
asustando. Repito en larguísimo silencio
abulias y taconeo deslizándome sin prisa
por las avenidas buscando un no sé qué, aquello
que no se nombra porque no se sabe y acapara
gran parte del día ponerme bajo una sombra.
La que sea, a estas alturas elijo la que sea.
CONCHA GARCÍA
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