sábado, 8 de junio de 2013
miércoles, 5 de junio de 2013
No acierto a resolver
el jeroglífico de mi existencia.
La miro del derecho y del revés,
la analizo al trasluz, la tiendo al sol,
me dejo penetrar hasta la médula
por su profundo aroma de raíces,
danzo en su honor, beodo de vino y de tristeza.
Por la noche la siento reventar
igual que una granada
de luz dentro de mí.
Pero siempre tropiezo
con la piedra viscosa de mis dudas,
con la desagradable sensación
de mi futilidad, de que la vida
es sólo una aventura provisoria
que no me pertenece en absoluto.
JUAN RAMON BARAT
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